Fui testigo de tu poder al ver como te lanzabas al vacío. Deseosa, desapareciste sin más. Tantas veces creí anhelar tu camino, ciego ante la verdad: no vive el que quiere morir. Nadie que quiera flotar se agarra hasta sangrar al asfalto. Y si no quieres morir qué haces sin vivir.



"Es muy dulce ver llegar la muerte mecido por las plegarias de un hijo".


Friedrich Schiller
"La muerte sólo tiene importancia en la medida en que nos hace reflexionar sobre el valor de la vida".

André Malraux
"Esta vida es un hospital en el que cada enfermo está poseído por el deseo de cambiar de cama. Éste quisiera sufrir frente a la estufa, y aquél piensa que cerca de la ventana curaría".

Charles-Pierre Baudelaire


"Colgados del tocho"


Presentación: en una sociedad cada vez más globalizada por la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo en la que, cada vez más, todo se unifica y por tanto se uniformiza; en un mundo donde el bombardeo de parecida y manipulada información es tan brutal que parece que todos pensemos a través y gracias a un mismo cerebro central; en un lugar de tributo al libre mercado donde todo está a la venda, todo se puede comprar y en el que impera la flexible y rígida ley de la oferta y la demanda es donde se sitúa mi proyecto.

Sin ánimo de describir a nuestra sociedad, si se intentará hablar de manera crítica de alguna de sus características y afecciones.

La vivienda (“un lugar cerrado y cubierto construido para ser habitada por personas” Diccionario de la lengua española.) está de moda en nuestro país.
En los últimos años en España los precios de ese lugar para ser habitado han aumentado de una manera brutal y la diferencia entre estos incrementos y los salarios es cada vez más amplia; tan amplia que siquiera la podemos llegar a vislumbrar (“entre el 1997 y el 2005 el aumento acumulado de los precios de las viviendas en España ha sido del 177%, equivalente a siete veces los precios de consumo y de los salarios en el mismo período de tiempo” Especulación inmobiliaria y globalización financiera en España, exposición de Julio Rodríguez, 2005, Madrid).

La consecuencia de todo esto es que el nivel de endeudamiento de las familias españolas no para de incrementarse (en una ciudad como Madrid ha pasado del 45% en 1996 al 106% actual de sus ingresos) y el precio de la vivienda, en estos momentos, es una de nuestras principales preocupaciones.
En este panorama actual los jóvenes, mis protagonistas, pueden permitirse el lujo de una vivienda en la que al dar más de cuatro pasos se dan de bruces contra el límite final de su hogar, y para conseguirla deben forzosamente estar con el agua al cuello quedando colgados de uno de nuestros motores económicos más importantes: el llamado “tocho”.

Bienvenidos a nuestra sociedad actual, bienvenidos al país de las maravillas en el que, y través de un catalejo, puedes vislumbrar el globo entero: uniforme, sin fronteras, manipulado y en el que a todo se pone precio. ¿Cuánto va a costar dentro de unos años respirar?


Descripción de las imágenes: las imágenes se basan en la metáfora y el símbolo. Las viviendas no son viviendas sino algo que muestra su gran amplitud y tamaño: las cajas de cerillas. Estos “habitáculos” deben estar colgados y suspendidos como muestra de las consecuencias de su adquisición. Y los “edificios”, no son edificios sino una suma de cajitas pequeñas, colgadas e iguales que hablan de nuestra sociedad.

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