Fui testigo de tu poder al ver como te lanzabas al vacío. Deseosa, desapareciste sin más. Tantas veces creí anhelar tu camino, ciego ante la verdad: no vive el que quiere morir. Nadie que quiera flotar se agarra hasta sangrar al asfalto. Y si no quieres morir qué haces sin vivir.



"Es muy dulce ver llegar la muerte mecido por las plegarias de un hijo".


Friedrich Schiller
"La muerte sólo tiene importancia en la medida en que nos hace reflexionar sobre el valor de la vida".

André Malraux
"Esta vida es un hospital en el que cada enfermo está poseído por el deseo de cambiar de cama. Éste quisiera sufrir frente a la estufa, y aquél piensa que cerca de la ventana curaría".

Charles-Pierre Baudelaire


"Pensa | Piensa | Think"



Siendo un universitario, allá por el año 2000, navegando en un mar de dudas llegó a mis manos un libro del filósofo Josep-Maria Terricabras. El título del mismo viene a ser así: Atreveix-te a pensar. La utilitat del pensament rigorós en la vida quotidiana. Normalmente soy persona, al menos en lo que se refiere a la lectura, que acaba lo que empieza. Pues bien, un buen día lo empecé y lo dejé para empezarlo de nuevo otra vez, y...a día de hoy lo veo descansando, con las páginas de su introducción mucho más gastadas que las de su nudo y desenlace, en una repisa. Atreveix-te a pensar, gran título; un buen inicio que se perdió en alguna de sus páginas. Y aquí sigo, aún mareado por el oleaje, pero...de repente, siento vislumbrar lo que parece un sólido continente. ¡Barcelona aún lo aloja! Y lo hace en forma de una exposición colectiva en la base de la cual, y según El Centre d'Art Santa Mònica (lugar en el que la podré ver), lograré encontrar algunos de aquellos posicionamientos artísticos que nos inducen a atrevernos a pensar. Bien por ellos y espero, y gracias a ellos también, no salir del recinto como seguramente llegaré: dando un plácido paseo, sino batiendo mis nuevas alas al viento.
Actualizado el miércoles 19 de septiembre de 2007
Y el pastor (sin cesar su marcha) dirigiéndose al cielo dijo:
- Por favor, mostradme el camino que a mis ovejas les falla el instinto y yo estoy mareado de tanto darle vueltas.
De repente, una de las ovejas, alejándose del rebaño, siguió con su oído el ruido de algo que se había despeñado.

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