Siendo un universitario, allá por el año 2000, navegando en un mar de dudas llegó a mis manos un libro del filósofo Josep-Maria Terricabras. El título del mismo viene a ser así: Atreveix-te a pensar. La utilitat del pensament rigorós en la vida quotidiana. Normalmente soy persona, al menos en lo que se refiere a la lectura, que acaba lo que empieza. Pues bien, un buen día lo empecé y lo dejé para empezarlo de nuevo otra vez, y...a día de hoy lo veo descansando, con las páginas de su introducción mucho más gastadas que las de su nudo y desenlace, en una repisa. Atreveix-te a pensar, gran título; un buen inicio que se perdió en alguna de sus páginas. Y aquí sigo, aún mareado por el oleaje, pero...de repente, siento vislumbrar lo que parece un sólido continente. ¡Barcelona aún lo aloja! Y lo hace en forma de una exposición colectiva en la base de la cual, y según El Centre d'Art Santa Mònica (lugar en el que la podré ver), lograré encontrar algunos de aquellos posicionamientos artísticos que nos inducen a atrevernos a pensar. Bien por ellos y espero, y gracias a ellos también, no salir del recinto como seguramente llegaré: dando un plácido paseo, sino batiendo mis nuevas alas al viento.
Actualizado el miércoles 19 de septiembre de 2007
Y el pastor (sin cesar su marcha) dirigiéndose al cielo dijo:
- Por favor, mostradme el camino que a mis ovejas les falla el instinto y yo estoy mareado de tanto darle vueltas.
De repente, una de las ovejas, alejándose del rebaño, siguió con su oído el ruido de algo que se había despeñado.
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